La investidura era la entrega simbólica del bien concedido por el señor feudal a su vasallo. Se hacía entregando tierra, luego una espada y por último un documento de reconocimiento feudal.
Mediante el homenaje y la investidura se establecía un contrato que imponía diversas obligaciones recíprocas entre vasallo y su señor, todo ello fue propia de la Edad Media en el periodo del Feudalismos.